**El momento “No Más” de Roberto Durán: Un capítulo crucial en la historia del boxeo**
En un giro sorprendente de los acontecimientos que dejó al mundo del boxeo atónito, Roberto Durán, el legendario boxeador panameño conocido como “Manos de Piedra”, abandonó abruptamente su muy esperado combate de revancha con Sugar Ray Leonard el 25 de noviembre de 1980. Este momento inesperado de rendición, ahora conocido como la pelea de “No Más”, se ha convertido en uno de los eventos más controvertidos y comentados en la historia del deporte.
La revancha, celebrada en el Louisiana Superdome de Nueva Orleans, tuvo lugar apenas cinco meses después de que Durán le propinara a Leonard su primera derrota profesional, arrebatándole el título de peso wélter del CMB en una feroz batalla de 15 asaltos en Montreal. La primera pelea mostró la agresividad implacable y el poder de Durán, lo que le valió una decisión unánime y elevó su estatus como uno de los mejores peleadores de su era.
Las expectativas eran altas para el segundo encuentro, con fanáticos y expertos ansiosos por ver si Leonard podría recuperar su título o si Durán consolidaría su dominio. El combate comenzó con Leonard adoptando una estrategia diferente, utilizando su superior velocidad y juego de pies para frustrar a Durán. Las tácticas de Leonard incluían burlas y exhibicionismo, neutralizando efectivamente el estilo agresivo de Durán.
A medida que la pelea avanzaba, quedó claro que la estrategia de Leonard estaba funcionando. En el séptimo asalto, la confianza de Leonard aumentó mientras comenzaba a bailar alrededor de Durán, lanzando jabs rápidos y haciendo que su oponente fallara. La emoción de la multitud crecía con cada movimiento de Leonard, sintiendo un cambio en el impulso.
Luego, en el octavo asalto, llegó el momento impactante que nadie podría haber predicho. Durán, visiblemente frustrado e incapaz de hacer frente a las tácticas de Leonard, se volvió hacia el árbitro y pronunció las ahora famosas palabras “No más”, señalando su deseo de detener la pelea. El árbitro, Octavio Meyran, inicialmente parecía confundido, pero finalmente no tuvo más remedio que poner fin al combate.
Leonard fue declarado ganador por TKO, recuperando el título de peso wélter del CMB de una manera que quedaría para siempre grabada en la historia del boxeo. El resultado inmediato vio a Durán enfrentando una avalancha de críticas y preguntas sobre su repentina decisión de rendirse. La especulación fue desenfrenada, con teorías que iban desde calambres estomacales hasta agotamiento psicológico, pero Durán mismo proporcionó poca claridad, solo profundizando el misterio.
La pelea de “No Más” no solo alteró las carreras de ambos peleadores, sino que también dejó una marca indeleble en el deporte del boxeo. Para Leonard, fue un regreso triunfal que demostró su adaptabilidad y fortaleza mental. Para Durán, fue un momento de vulnerabilidad que contrastaba fuertemente con su temible reputación, aunque hizo poco para empañar su legado como uno de los más grandes de todos los tiempos en el boxeo.
En los años posteriores al combate, Durán continuó peleando y logró notables éxitos en otras categorías de peso, demostrando su resiliencia y talento perdurable. No obstante, el momento de “No Más” sigue siendo un episodio definitorio en su ilustre carrera, un recordatorio dramático de la imprevisibilidad y el drama que hacen del boxeo un deporte como ningún otro.